Las diversas esferas de la actividad humana están
relacionadas con el uso de la lengua. Por eso el carácter y las formas de uso
son tan multiformes como cada una de estas esferas.
El uso de la lengua se lleva a cabo en forma de enunciados
(orales y escritos) concretos y singulares que pertenecen a los participantes
de una u otra esfera de la praxis humana.
Los enunciados reflejan las condiciones específicas y el
objeto de cada una de las esferas no sólo por su contenido (temático) y por su
estilo verbal, sino ante todo por su composición o estructuración. El contenido
temático, el estilo y la composición, están vinculados indisolublemente en la
totalidad del enunciado y se determinan por la especificidad de una esfera dada
de comunicación.
Cada enunciado separado es individual, pero cada esfera del
uso de la lengua elabora sus tipos relativamente estables de enunciados, que se
denominan géneros discursivos.
En los géneros discursivos se deben incluir tanto las breves
réplicas del diálogo cotidiano como un relato, un mail, etc.
Los géneros discursivos se diferencian entre primarios y secundarios. Los géneros secundarios surgen en condiciones de comunicación cultural mas complejas, desarrolladas y organizadas, principalmente escrita. En el proceso de formación estos géneros absorben y reelaboran diversos géneros primarios, constituidos en la comunicación discursiva inmediata. Los géneros primarios que forman parte de los géneros mas complejos pierden su relación inmediata con la realidad y con los enunciados reales de otros.
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